jueves, 17 de diciembre de 2015

Miedo a los pertardos

Hoy vamos a tratar un tema de actualidad en estas fechas. Puede que el miedo a los petardos o voladores sea uno de los problemas de miedo más comunes en perros domésticos.
En fechas claves como navidad el gran numero de celebraciones seguidas agrava el problema en animales sensibles. El problema con las fobias y miedos es que una vez ha ocurrido la sensibilización, es decir, una vez que el animal ha relacionado un suceso con algo negativo, la exposición a este estímulo le desencadena respuestas fisiológicas de estrés "para huir del monstruo", el problema viene cuando ese "monstruo" no lo podemos controlar y no se puede huir de él. En fechas señaladas la gran acumulación de eventos de este tipo puede hacer que los problemas de fobias y estrés asociado se intensifiquen e incluso se generalicen,  ampliando el número de estímulos (normalmente ruidos) que van a desencadenar la respuesta. Esto, evidentemente, dificulta mucho más la vida del animal y sus propietarios 

¿Qué podemos hacer?
fuente: blog advantix

Pues, se puede actuar desde diferentes frentes:

- Como ciudadano: Evita usar pirotecnia, sobretodo en ciudades y zonas muy pobladas.

- Si tu perro ya tiene miedo:
 En estas fechas, lo único que podemos y debemos hacer es protegerlo. Los días clave, busca un lugar tranquilo donde esté lo más aislado posible de ruidos y pueda estar cómodo. Llévale a ese sitio seguro y dale un buen hueso para roer para que esté lo más tranquilo y cómodo posible antes de que empiecen los voladores.  Puedes ayudarle a estar más cómodo en el sitio que el elija o intentar proporcionarle uno mejor. Si se esconde, permíteselo. Acompáñalo habla y haz ruidos cotidianos para disimular los ruidos, puedes poner la televisión o radio un poco altas. Hay cierta controversia sobre si debemos mimarles o consolarlos en estos momentos. Pero si tu perro ya tiene miedo y es él quien te busca no debes darle la espalda.
 Para ayudarle a estar tranquilo existen complementos como los difusores y collares de feromonas de apaciguamiento canino o complementos nutricionales que les ayudan a estar más tranquilos, pero este último hay que empezar a dárselos con anterioridad. En casos muy graves quizás sea aconsejable usar alguna medicación los días clave. Consulta con tu veterinario y etólogo.
Cuando pase el temporal, hay que intentar no olvidarnos del problema. Se puede seguir un programa de desensibilización progresiva. Consulta con un profesional para ello. El programa debe consistir en una exposición controlada a los estímulos que le causan miedo. Cuidando mucho el entorno y la intensidad del estímulo.

- Si tu perro  no tiene miedo aun,  pero se muestra inseguro  : Los perros no nacen con miedo, pero para algunos los ruidos pueden ser desagradables. Si tu perro se para y te mira cuando suena un ruido  o se muestra inquieto, dando vueltas y mirando al rededor. Has de intentar actuar con naturalidad y sin darle importancia alejarle tranquilamente del ruido. Cambiar el entorno y la actividad. En mi opinión esté es el momento de no prestar excesiva atención al perro. Lo que está ocurriendo es que el perro no sabe si lo que ocurre es normal y te está observando para saber si hay que asustarse o no. Estos son los casos en los que poner un tono de consuelo o un exceso de atención o mimos puede ser desaconsejable. Pero ojo, tampoco conviene que le expongamos en esos momentos. Todo lo contrario, hay que conducirlos a un sitio y/o situación más seguras. Si el perro se ve obligado a permanecer en un entorno desagradable para él podemos estar dando origen a una futura fobia. Lo que es más, aunque nuestro perro sea seguro y no tenga miedos no conviene tirar demasiado de la cuerda. No le expongamos a situaciones muy complicadas, en especial si estas se repiten mucho en poco tiempo o se juntan diferentes situaciones estresantes en la misma época. Hay que pensar que los cambios de rutina en casa, pasar mucho tiempo solos o a horas desacostumbradas, las visitas repentinas y fiestas en casa se pueden unir a paseos por calles muy bulliciosas, visitas a ferias y encima de todo eso están los voladores. Hasta un perro sociable y seguro de si mismo puede, en momento dado, verse abrumado y sentirse inseguro.  

Espero que con este artículo podamos contribuir un poco a que todos en casa, sea de la especie que sea tengan unas felices fiestas.



miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Quiero o puedo tener un perro?



Se acercan fechas navideñas y muchas familias se plantearán la opción de regalar a sus hijos o pareja ese ansiado perrito. Son muchas las preguntas que debemos hacernos a este respecto. Una es si quiero o puedo tenerlo, lo cual trae consigo una considerable lista de preguntas extras que deberíamos hacernos. Pero una vez que decidamos que estamos dispuestos a cambiar nuestras vidas para introducir en ellas a un nuevo miembro de la familia. Habrá que ver cuál es el indicado para nosotros.
Con este artículo pretendemos ayudar a analizar nuestra vida y entorno familiar para decidir responsablemente.


En primer lugar tenemos que tener en cuenta que todos los perros tienen una serie de necesidades básicas y chequear si estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios. Estas necesidades mínimas serían:

1º Recibir nutrición adecuada
2º Recibir la vacunación y atención veterinaria en caso de enfermedad o accidente
3º Salir a la calle y hacer ejercicio. Todos los perros necesitan hacer algún ejercicio y salir a la calle al menos una vez al día si nuestra casa tiene jardín y al menos 3 si no lo tenemos.
4º Recibir atención y cariño.

Esto nos supondrá un desembolso económico y una importante inversión de nuestro tiempo.
¿Estamos dispuestos a ello? ¿Podemos permitírnoslo?

Si la respuesta a estas preguntas es un Sí rotundo la siguiente que debemos hacernos es ¿Qué perro es el adecuado para mi?. Es posible que nuestro hijo o nosotros mismos tengan una ilusión tremenda en tener, por ejemplo, un bulldog francés. Si la decisión de tener un perro flaquea ante la idea de tener otro tipo de perro, debemos pararnos a reflexionar si realmente queremos un perro o si, en realidad, queremos un estereotipo idealizado. Por favor, no seleccionen al perro por su apariencia o únicamente por impulsos emocionales.

Las necesidades básicas de cualquier perro se pueden ver multiplicadas por 10 en según que animales, al igual que los problemas que esto acarree si no estamos preparadas para ello.

Si quieres un perro de raza infórmate antes de sus características, en especial de su carácter y posibles problemas veterinarios. Hay perros estéticamente muy bonitos que pueden tener unas pulsiones instintivas muy fuertes que les hacen ideales para perro de caza o trabajo pero que en la ciudad pueden ser grandes problemas y otros que con alta probabilidad nos van a hacer pasar mucho rato en el veterinario.

Lo siguiente que debemos pensar es si queremos un cachorro o un perro adulto. Si bien es cierto que el cachorro está por moldear y lo podemos intentar adaptar a nuestra familia, también es cierto que este proceso puede ser duro y que si no tenemos experiencia y paciencia puede ser un arma de doble filo. Muchos perros adultos con problemas fueron cachorros que no recibieron la educación, atención y cuidados necesarios o adecuados cuando eran cachorros. Si no queremos pasar por el proceso de la educación, limpiar pipis y cacas dentro de casa y aguantar unos cuantos destrozos (algo casi inevitable con los cachorros), deberíamos plantearnos dar una segunda oportunidad a un perro adulto. En refugios y protectoras hay miles de perros esperándola, la gran ventaja de estos perros es que podemos conocerlos antes de adquirirlos. Podemos encontrar así el perro que se ajuste a nuestro estilo de vida y en cualquier caso mejorar el suyo.

El consejo general es, piénsalo bien. Si lo necesitas pide asesoría a un profesional y al personal de refugios si te decides por esa opción. No te dejes llevar por impulsos del corazón e infórmate antes. No le harás ningún favor al perro ni a tu familia llevándotelo a casa para después tener que deshacerte de él.



jueves, 19 de noviembre de 2015

Jugar en casa


Jugar es la necesidad del perro que normalmente menos tenemos en cuenta.
El perro necesita jugar con otros  (perros y humanos) para satisfacer sus necesidades sociales. Pero también como modo de ejercitar cuerpo y mente. Es una estupenda manera de enriquecer su ambiente para ayudar a mantenerlos sanos mentalmente.

La falta de ejercicio y estimulación mental es la causa habitual de la mayor parte de los problemas de comportamientos que nos encontramos normalmente. Por eso es importante saber usar el juego para alimentar buenos hábitos y conductas que ayuden a mantener el bienestar de nuestros animales.
Hoy quería centrarme en el juego dentro de casa.  Aunque el juego no sustituye al paseo, hay momentos en los que ya sea por razones médicas, como una convalecencia tras una operación o climatológicas los paseos se reducen mucho y el perro no puede gastar la energía que está acostumbrado. Queremos resaltar antes de nada que no es que la lluvia   nos parezca una   excusa para no pasear, pero siendo realistas cuando el tiempo no acompaña  todos acabamos reduciendo el tiempo del paseo.  En estos momentos hay que echar mano de estas estrategias para que nuestro compañero de cuatro patas no se vuelva (y nos vuelva) loco en casa.

Para ello es interesante conocer y haber ensayado distintos tipos de juego en casa.
Muchas veces el juego en casa puede ser un poco complicado o un poco pesado. Como cuando el perro te trae su hueso o pelota una y otra vez para que se lo tires. Pues bien, este es el momento de reconducir a tu perro.
En primer lugar arrojar cosas no es el juego más apropiado, más aun dentro de casa.
Busca otros tipos de juego. Hay que intentar que durante el juego se ejerciten actividades beneficiosas. Al arrojar algo sólo reforzamos el instinto de caza y/o el de cobro (depende del perro) si este juego no es pautado, en muchos perros puede llevar a las obsesiones y a conductas de protección, que son del todo indeseadas.
¿Cuáles son las conductas que debemos reforzar?
Las conductas a reforzar son aquellas que al perro le aporten algún beneficio, le ayuden a encontrarse mejor y a "usar la cabeza". Te damos algunos consejos generales:

1º Tenemos que partir de un entrenamiento básico, que sepa, al menos sentarse y esperar. Si no lo sabe hacer, ya sabemos con qué empezar. Si ya lo sabe, siempre podemos enseñar trucos nuevos y probar distintos modos de entrenamiento, para mantener la mente del perro siempre activa y flexible.

2º Busca juegos que le permitan ejercitar conductas como mascar y lamer. Estas son conductas de confort en el perro. Es decir, ayudan al mantenimiento de un estado de ánimo relajado.  Estos son juegos que pueden practicar solos, quizás solo animándoles un poco y ofreciéndoles los juguetes adecuados o golosinas de mascar (tendones, huesos etc).

3º  Juegos de olfateo. Usar la nariz es muy beneficioso para el perro, les ayuda a segregar serotonina y por lo tanto, a mantenerse felices y centrados. Hay que practicar un poco, pero hay juegos muy sencillos con los que tú y tu perro pueden aprender a trabajar en equipo.
¿Se te ocurren ideas? Hay que usar un poco la imaginación pero como ayuda también vamos a colgar algunos videos con ideas para jugar en casa en nuestro canal de youtube Equipo Laika.








jueves, 5 de noviembre de 2015

La llamada: 4 errores comunes


Uno de los problemas que más frustración causa en los dueños es la llamada. El dueño siente que el perro no le hace caso e incluso que su perro no le quiere y, en realidad, a veces evidencia algunos problemas en el vínculo entre ambos aunque este no tiene porqué ser el problema inicial. La llamada se puede entrenar y mejorar,  pero lo que ocurre normalmente es que algunos malos hábitos la debilitan progresivamente. Aquí haré una revisión de los principales.
1. Gastarle el nombre al perro (llamar continuamente). Muchas veces un exceso de control por parte del propietario genera un sonido incesante de fondo al que el perro se acostumbra. No solo aprende a ignorarlo y pierde significado sino que también se convierte en una señal continua de que el dueño está pendiente de él así que él puede hacer e ir a donde quiera, no tiene por que atender al dueño.


2. Llamar en momentos innecesarios o insistir en la llamada cuando está claro que es inviable que te haga caso. Hay que ser moderados y realistas. Este problema también deriva del exceso de control.  Es decir, llamar con el único fin de que se quede cerca, siempre que el perro está disfrutando o le vemos distraído o en circunstancias poco realistas como, por ejemplo, cuando ya está corriendo hacia otro perro o un gato. Es posible controlar esto, pero con un grado de obediencia muy entrenado y normalmente siempre deberemos adelantarnos a estas situaciones.  Pocos tanden dueño-perro logran, en la práctica, parar estas situaciones cuando ya se han desencadenado.  No ser conscientes de esto nos lleva a una llamada excesiva e inútil que provoca la desensibilización del perro que comentábamos en el punto anterior.  Hay que pensar que le estamos pidiendo al perro que deje de divertirse y normalmente no le damos nada a cambio.  Lo cual me lleva al siguiente punto.


3. No recompensar nunca el regreso. Si bien el perro debería volver de modo natural a su propietario esto no siempre ocurre, ya sea porque se han cometido errores previos en su educación o simplemente porque el perro es joven y tiene muchos distractores naturales. Aunque nuestro perro "quiera" volver a nuestro lado nunca está de más animarlo cuando lo hace para hacer el regreso más divertido, unas palmadas y palabras alegres serán suficientes. Otras veces habrá que "construir" la llamada y en estas ocasiones el refuerzo ha de ser más fuerte y evidente.


4. Castigarle por escaparse. El problema que tiene esto es "cuando" castigamos por escaparse. Normalmente no podemos hacerlo hasta que está a nuestro lado, por lo tanto, lo que castigamos en realidad es el volver a nuestro lado. Así, a medida que el perro nos escucha llamarle y se da cuenta de como vamos subiendo el tono más y más se aleja, ya que sabe que al volver se va a llevar una buena reprimenda. Esto es un enorme circulo vicioso ya que cada vez subimos más el tono, castigamos más severamente y esto se convierte en un mayor aversivo para el perro así que se aleja más y tarda más en volver. Es aquí cuando un deseo natural de libertad en el perro puede derivar en un problema con el vínculo con el propietario.
Evitar estas conductas puede recompensarnos con la bonita imagen de nuestro perro corriendo a toda velocidad hacia nosotros.




jueves, 22 de octubre de 2015

¿Innato o aprendido?

Hoy me gustaría hablar de un tema de etología básica.

Es un tema recurrente cuando se habla de comportamiento animal. Se trata de la diferencia entre una conducta instintiva o innata y otra  aprendida.

Se entiende por instinto un comportamiento que el animal trae fijado de nacimiento y que no tiene que aprender. Por tanto, tradicionalmente se ha considerado que el instinto se opone al  aprendizaje o al razonamiento. No obstante, esto supone que todo lo que no sea aprendido es innato. Convirtiendo a este en un concepto demasiado amplio. Para demostrar que un comportamiento era innato. En la década de los 20, cuando la etología aun no había nacido como ciencia formal se realizaron numerosos experimentos de cría de animales en condiciones de aislamiento. Incluso en los años 80 existen algunos artículos que estudiaron los efectos del aislamiento social tras el nacimiento de perros. El problema de este tipo de experimentos (dejando implicaciones morales a un lado) es que demostraron que el propio aislamiento modificaba la conducta, razón por la cual no se podía conocer cual era el comportamiento de un animal que no había aprendido nada.

Lo que sí, se descubrió en las primeras etapas de la etología como ciencia fue que los comportamientos más simples se desencadenaban al exponerse a estímulos concretos y que un conjunto de comportamientos se relacionaban causalmente en el tiempo. Por ejemplo, el desarrollo de un patito junto a su madre va a influir en sus preferencias sociales pero también sexuales en un futuro.

¿Y todo esto a donde nos lleva?

Pues a un concepto muy sencillo, deberíamos desechar del vocabulario científico los términos innato y aprendido ya que todo comportamiento tiene tanto unas raíces en el desarrollo de la especie y sus capacidades como en la del individuo, sus experiencias y estímulos a los que ha sido expuesto. La mayoría de comportamientos, por tanto, estarán modelados a partir de una capacidad innata del animal pero que habrá desarrollado o no debido a la experiencia y por tanto al aprendizaje que haya tenido en su vida.

Para hacer este tema de reflexión un poco más ameno voy a compartir un ejemplo muy sencillo que yo puedo ver muy a menudo en mi perro, se trata del comportamiento de “enterrar tesoros”. Parece que tiene una motivación interna hacia este comportamiento (innata), pero por alguna razón nunca logró aprender la secuencia de comportamientos necesarios para llevarlo a cabo por completo. ¿Un posible déficit en el aprendizaje en etapas juveniles? ¿Una falta de capacidades innatas?. No podemos saberlo, lo cierto es que me parece un buen ejemplo de cómo ambos conceptos acostumbran a ir de la mano.
Les dejo el video.




jueves, 8 de octubre de 2015

7 curiosidades sobre el mundo sensitivo del perro



      1.     Lamer y roer produce  placer a tu perro.
Estos comportamientos producen liberación de endorfina en el cerebro de los perros, favoreciendo la relajación y el bienestar de un modo similar a cuando nosotros comemos chocolate.


                                       Foto: Hugo Cortegoso Lorenzo
    2.     Son sensibles y se encuentran molestos por sonidos que nosotros no          detectamos

Los perros son capaces de detectar sonidos que van entre las frecuencias de 20 a 65.000 Hz mientras que nosotros solo podemos llegar hasta los 20.000 Hz. Esto es así porque su oído se desarrolló para captar y reconocer a que distancia se encuentra la presa. Por esta razón puede que escuchen sonidos de muy alta frecuencia que nosotros no detectamos.  Además también son capaces de detectar sonidos de mucha menor intensidad que nosotros, razón por la cual a veces nos parece que reaccionan sin sentido o exageradamente.


Foto: Mundoperros

   3.   El cachorro tarda alrededor de 21 días en comenzar a tener operativos los              sentidos.
Durante este tiempo su actividad cerebral es casi nula y solo tienen sensaciones táctiles y  térmicas, se está produciendo una importante maduración cerebral para la que es vital los cuidados que puede ofrecer la madre.


         4. Caminar y olfatear les ayuda, fisiológicamente, a mantenerse  felices.

Estos comportamientos estimulan la producción de serotonina. Este neurotransmisor ayuda a controlar  la agresividad y la ansiedad.


 5.  Su visión está basada en la combinación del azul y el verde

Esto se debe a que tienen dos tipos de conos, que son las células encargadas de reaccionar en función del color de la luz que llega al ojo . En el perro estas son de tipo azul y verde (vista dicrómica), mientras que el ser humano los tiene también de color rojo (vista tricrómica). Así que nosotros podemos ver más variedad de colores que los perros, aunque es falso que los perros vean en blanco y negro.
       

                                         Foto: Taringa.es

        6.     Los perros olfatean “en estéreo” y  “por capas”

Es conocido el hecho de que los perros tienen un asombroso sentido del olfato con unas 300 millones de terminaciones sensitivas frente a nuestras 5 millones. Pero es difícil imaginar lo que esto implica. Detectan la dirección del olor gracias a que olfatean de manera independiente por cada fosa nasal “en estéreo” pero además son capaces de diferenciar cada tipo dentro de una mezcla de olores. Donde nosotros olemos, por ejemplo, basura ellos diferencian cada una de las cosas que se han tirado y su estado de descomposición. Todo esto no solo es gracias a su gran sensibilidad sino también al procesamiento nervioso asociado con una gran área dedicada a ello en el cerebro, un enorme bulbo olfatorio.



       7.     Pueden detectar e interpretar las hormonas que flotan en el aire

Esta capacidad se debe al órgano vomeronasal, que se encuentra en la parte anterior del paladar y detecta sustancias químicas menos volátiles que el resto de olores. Este asombroso órgano les proporciona a los perros información a cerca del estado emocional y fisiológico de cualquier animal. Así pueden reconocer posibles parejas, pero también distinguir si una persona o animal es hostil o está relajada o incluso si una persona está embarazada o enferma.


                                      Foto: Institutoperro.com

jueves, 24 de septiembre de 2015

TAA ¿La conoces?

Hoy queremos ofreceros un poquito de información sobre  la Terapia Asistida con Animales, también llamada TAA o, un poco menos oído comúnmente, Zooterapia.
La Terapias Asistidas con Animales, las cuáles ya llevan siglos entre nosotros por muy novedoso que nos suene, consisten en tratamientos a todo tipo de pacientes usando como apoyo a animales con una serie de características determinadas que los hace especialmente útiles en esas circunstancias. Voy a poneros unos pocos ejemplos de éstas características para que os hagáis a la idea:  animales que sean sociables ya que trabajan con personas;  de alta capacidad de adaptación ya que son situaciones de muy diferente índole;  sin agresividad ya podéis  imaginar el porque…)
El propósito y los beneficios de estas terapias es mejorar en los ámbitos físicos (habilidades motoras, mejora de la movilidad,…), mentales (trabajar la memoria , la concentración, la atención…), emocionales (potenciar la autoestima, reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo) y sociales (reducir la soledad, crear integración grupal y confianza…), teniendo a  los animales como un poderoso elemento motivador.
Los animales más frecuentemente ligados a este tipo de terapia suelen ser los delfines, los caballos y los perros. Eso si, cualquier otro animal, ya sea habitual como de compañía, como un gato o un conejo, o incluso de granja como un cerdito o unos patitos, con un correcto adiestramiento y el diseño y programación de las sesiones adecuadas bajo la supervisión del terapeuta,  podría llegar a ser un animal de terapia.
También es muy importante el seguimiento y evaluación de las sesiones con el objetivo de ver los resultados y planificar el mejor camino a seguir a partir de ahí. Esto esta muy importantemente ligado a la población que recibe la terapia, ya que no es lo mismo el trabajo en una penitenciaria, en un colegio, una residencia de ancianos o un hospital, por poner cuatro posibles. Diferentes personas, diferentes objetivos.
Afortunadamente en la actualidad cada vez es más común el uso de estos “co-terapeutas “para estos menesteres, ayudando de esta manera a mucha gente, ya que están siempre dispuestos a ayudar sea quien sea.
Desde equipo Laika ponemos nuestro granito de arena  para que este tipo de terapias se generalicen y sean cada vez más normales en nuestra sociedad, ofreciendo terapia asistida por perros, en este caso, dirigida a personas mayores e iniciando  la colaboración con APREC Tenerife, asociación que se dedica a la prevención, rehabilitación y estimulación cognitiva.
Si quieres saber más sobre este apasionante tema no dudes en ponerte en contacto con nosotros o investigar más sobre ello, internet te asombrará con el gran número de historias y relatos de superación relacionados con este tipo de terapias.


jueves, 10 de septiembre de 2015

¿Cómo perros y gatos?


Llevarse como perros y gatos... Otra de tantas expresiones de la vida cotidiana que dan por hecho ciertos conocimientos populares sobre los animales. Todo el mundo sabe que los perros odian a los gatos ¿No es así?. Bueno, pues habrá que preguntarle a todos esos propietarios de perros y de gatos que conviven con ambos bajo el mismo techo... Pero los perros persiguen a los gatos, ¿No es así?. Pues sí, aunque no todos los perros. Esto se debe en gran medida al instinto predador que se dispara con el movimiento. De hecho, lo que resulta irresistible es perseguir al gato que huye. Luego ya depende de la motivación del perro y de su experiencia particular. 

Mi perro, por ejemplo, que tiene más bien poco instinto predador y mucha curiosidad, al principio solo quería olfatear a los gatos, hasta que uno le respondió agresivamente  y luego salió corriendo. Fue la combinación perfecta para que empezara a verlos como seres a los que dar caza. Esto le ocurrió con unos 6 años, no era ningún jovencito. Un año más tarde adoptamos en casa un gato y a pesar de todo se llevan estupendamente los dos. De hecho salen a pasear juntos. Al principio cuando el gato aparecía corriendo en la calle había momentos tensos, porque el perro levantaba las orejas dispuesto a perseguirle y el gato se erizaba hasta que se reconocían mutuamente. Entonces el perro se daba la vuelta tranquilamente y el gato se volvía a relajar. Ahora ya ni tan siquiera ocurren estas confusiones y sospecho que los gatos del barrio tienen cada vez menos que temer de mi perro, que vuelve a perder el interés en ellos. 



Mi historia es solo una de tantas. Son incontables las personas que comparten su vida con ambas especies. Recientemente me he mudado y ahora saco al perro y al gato a una plaza donde van muchos propietarios con sus perros. Al principio todos dicen "¡Ay un gato!", Entonces les digo "viene conmigo" y aunque la mayoría se sorprende al final una gran cantidad de propietarios acaba diciendo. "Sí, mi perro también se crió con gatos" o "siempre juega con el de mi hermana"
Es una lástima que otras personas, debido a sus "conocimientos populares" piensen que la convivencia entre perros y gatos es imposible. Conozco un caso en el que unos propietarios habían convertido su casa en un entramado de puertas cerradas y protocolos de seguridad, ya que tenían perros y gatos y nunca se habían arriesgado a dejarles juntos en la misma habitación. Ahora esta misma familia tiene tres perras y dos gatos, viviendo todos juntos con mucha mayor tranquilidad.

Esto me lleva a una reflexión general que yo intento llevar a cabo en mi día a día con los animales. Yo intento no creer saber lo que es imposible con los animales. No se pierde nada con intentarlo, si hay algo que quieres hacer con tu gato, perro, periquito etc. Inténtalo, siempre teniendo en cuenta unas medidas de seguridad y un poco de sentido común, claro. No me refiero tanto a enseñar trucos sino más bien a cosas como ¿Por qué mi gato ha de pasar su vida encerrado en casa? o ¿Por qué un gato y un perro no pueden llevarse bien?. Personalmente animo a la gente a explorar los limites de las habilidades de sus mascotas y del nivel de comunicación que puede establecerse entre ambos. 

Les dejo un vídeo de un paseo con mis chicos. Si se animan compartan sus videos y fotos de perros y gatos en mi facebook Equipo Laika






jueves, 27 de agosto de 2015

¿Por qué mi gato hace sus cosas por la casa?

Hoy por variar vamos a escribir un artículo sobre gatos.

En concreto sobre los problemas de eliminación, es decir, cuando el gato hace sus necesidades en sitios inadecuados.

Es bastante conocido el hecho de que los gatos machos tienden a orinar por la casa cuando llegan a la madurez sexual razón por la cual los gatos caseros suelen estar castrados. Este tipo de conducta se caracteriza porque el gato emite un spray. No se agacha como normalmente haría y normalmente lo dirige a una superficie vertical. Si tu gato orina así, estamos hablando de una conducta de marcado y puede ser efectivamente por una razón sexual. En cuyo caso se puede solucionar castrando. Pero si el gato está castrado puede ser una manifestación de estrés. Este marcaje lo pueden hacer tanto machos como hembras. Para solucionar estos problemas, deberíamos identificar la razón del estrés, por ejemplo, un cambio en el entorno y nos podemos ayudar con feromonas sintéticas. Las feromonas ayudan al gato a relajarse y las zonas marcadas con feromonas dejarán de ser zonas de marcaje con orina. Estas feromonas pueden adquirirse en tiendas especializadas.

Pero si tu gato usa una postura normal (sentado)  y deja un charquito en cualquier lugar de la casa, la razón puede ser otra.Los gatos pueden tener bastantes problemas con su arenero. Algunos de estos problemas pueden ocasionan esta micción inadecuada. Aquí comentamos los principales:

La bandeja está colocada junto la comida o el agua. ¡A nadie le gusta comer donde hace sus necesidades!
La colocación de la bandeja. Zonas de la casa con mucho ruido, de paso o estesantes para el gato.
El arenero es muy pequeño. El gato debe caber entero comodamente y poder darse la vuelta dentro de la bandeja.
Muchos gatos para pocas bandejas. Lo mejor si hay más de un gato en casa es que haya un numero de bandejas igual al de gatos más una.
El tipo de arena. La mayoría de los gatos prefieren la aglomerante y más fina que gruesa. Por ejemplo, existe una arena de sílice que es muy práctica e higiénica para nosotros pero la verdad es que se parece más bien poco a la tierra natural y a muchos gatos no les gusta.
Arena de silice

Arena aglomerante


Areneros sucios. Es aconsejable retirar las deyecciones de tu gato a diario. Y cambiar la arena cuando esta esté ya muy sucia o tenga poca profundidad.
Ambiente "claustrofóbico". Se han puesto de moda los areneros cerrados. A algunos gatos les puede gustar, porque así consiguen un sitio más tranquilo, pero a otros no les gusta nada, además su interior puede estar mal ventilado y acumulan olores. Si no sabes si ese es el problema, lo mejor, déjale elegir. Pon los dos tipos de areneros y a ver cual prefiere. Eso sí teniendo en cuenta que estén en una buena ubicación.

Espero que estos consejos sean de utilidad. Si estos no son tus problemas es posible que el gato se encuentre estresado por otra razón o que desafortunadamente ya prefiera otra zona de la casa. En ese caso estaríamos hablando de una cuestión de preferencia y costumbre que es más difícil de erradicar. Por ejemplo, en general, los gatos hacen  agujeros para hacer sus necesidades. Pues a algunos les gusta hacerlo en huecos "naturales" este hueco puede ser perfectamente el lavabo o la bañera... Aun si tu gato se ha aficionado a algún lugar inadecuado tendrás más posibilidades de que use su arenero si sigues estos consejos.

Mucha suerte!!





jueves, 13 de agosto de 2015

Por qué nos entienden tan bien los perros

Los perros han demostrado, tanto en su vida diaria con nosotros como en el laboratorio que son unos superdotados sociales. Son capaces de interpretar nuestra conducta y de decidir como actuar en función de las consecuencias.

Por ejemplo, son capaces de saber donde hay comida escondida de entre varias posibilidades con las pistas que le de una persona. Esta pista puede ser que mire la opción correcta, la apunte con la mano o incluso otro tipo de pista a la que el perro se enfrenta por primera vez como poner una marca en el lugar correcto. También modifican su conducta en función de si la persona puede verlos o no. Por ejemplo coger comida que tienen prohibida. Se dan cuenta de que la persona puede o no verlos en situaciones complejas como por ejemplo cuando la persona está separada por una pared en la que hay una ventana.
Todas estas habilidades son similares a las de las personas, comparables a lo que podría hacer un niño pequeño pero en cambio no están en las posibilidades de simios como el chimpancé. ¿Qué sentido tiene esto? ¿Acaso nos parecemos más al perro que al chimpancé?
Pues en realidad, el chimpancé es capaz de superar al perro en muchas otras tareas que no tienen un fundamento social. En cambio si la habilidad depende de las habilidades sociales los perros se imponen a nuestros primos.

Foto extraída del artículo "Human-like social skills in dogs"

Parece ser que estas super-habilidades sociales las ha adquirido el perro durante su proceso de domesticación. Los perros nacieron a partir de los lobos que fueron capaces de no temer a los humanos y mostrar una menor agresividad. Ligados a estos caracteres aparecen muchos otros que dieron lugar al perro domestico. Estas habilidades para comprendernos podrían haber sido una de ellas.

Brian Hare y Michael Tomasello sugieren en su articulo “Human-like social skills in dogs?”  que es este temperamento, propenso a la tolerancia es el que permite desarrollar las habilidades cognitivas sociales. Así pues en los humanos se pudieron haber desarrollado estas habilidades seleccionándolas de un modo similar a como ocurrió en  los perros. Los más propensos a colaborar y a evitar la agresividad tuvimos más éxito.

¿Qué puede suponer esto? Además de que los perros podrían ser una fuente fascinante de información sobre la evolución del comportamiento social. Nos hace comprender mejor hasta que punto somos dos especies afines y como de estrecha puede ser la relación humano-perro. Por último, quizás deberíamos utilizar estos conocimientos para la comunicación con el perro. Sabiendo que tienen estas habilidades ¿por qué no ayudarnos de ellas para enseñar nuevas cosas a nuestros perros?.  Desde este punto de vista el aprendizaje para el perro, puede tener un importante componente emocional. Nuevas tendencias en adiestramiento ahondan en estas habilidades sociales como el adiestramiento congnitivo-emocional o el “do as I do” basado en el aprendizaje social por imitación. Sin entrar en estas técnicas concretas, podemos limitarnos a tener en cuenta la importancia de generar un buen vínculo con nuestro perro y recordar que fomentar los buenos estados anímicos y utilizar el refuerzo emocional puede ser más útil de lo que creemos.



viernes, 31 de julio de 2015

¿Sienten celos los perros?


Según he podido comprobar este es un tema muy controvertido entre los profesionales del mundo del perro.  En numerosas ocasiones he oído como, de algún modo, el educador canino “luchaba” contra este concepto. He oído decir que es una antropomorfización. Es decir, que le estamos dando al perro cualidades humanas. Esto es posible, pero implica que consideramos  los celos una emoción únicamente humana. Este argumento suele venir acompañado con una explicación más larga sobre que lo que está haciendo el perro es proteger recursos. Pero claro, si ese recurso es la atención o el amor,  ¿No son eso los celos?.

Estas dudas parece que se empiezan a resolver. Un artículo publicado en la revista Plos One por las investigadoras Christine R. Harris  y Caroline Prouvost ha comprobado la existencia de los celos en perros. El experimento consistió en registrar los comportamientos de perros con sus propietarios mientras estos tenían una actitud cariñosa hacia una calabaza de halloween, hacia un perro de peluche que ladraba, gemía y movía la cola y  cuando leían un libro interactivo. Se ha determinado que los perros muestran más conductas que se asocian en humanos con los celos cuando los propietarios muestran actitud cariñosa hacia el perro de peluche que cuando están con objetos inanimados. Estas conductas fueron de tipo agresiva, de demanda de atención y disruptivas (intentando separar al propietario del objeto).

Las autoras sugieren que los celos son una emoción primordial que al igual que aparece en bebes humanos también pueden aparecer en otras especies sociales, como los perros.  Desde un punto de vista funcional cabe esperar que una emoción que surge para proteger los vínculos afectivos aparezca en otras especies sociales.

El texto original del artículo está disponible en este enlace http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0094597

Así pues, desde mi punto de vista. Puede que queramos pensar que lo que sienten los perros no son exactamente celos, podemos darle otro nombre, pero es posible que lo que no queramos es aceptar que los celos no son más que un sentimiento motivado por el riesgo de tener que compartir a un ser querido. Yo creo que nosotros también estamos protegiendo recursos cuando nos ponemos celosos,  ¿Y ustedes?.

viernes, 17 de julio de 2015

Los perros evitan a quien se comporta mal con sus dueños

La capacidad de los perros para interpretar nuestra conducta es sorprendente. Continuamente se publican nuevos artículos que demuestran su capacidad para actuar en base al comportamiento humano.

Hoy quería comentar un reciente artículo que demuestra que los perros evitan a las personas que se niegan a ayudar a sus dueños. En palabras del propio director del estudio Kazuo Fujita  "Hemos descubierto por primera vez que un perro podría evaluar la sociabilidad de un individuo independiente de su interés directo".

Las pruebas fueron hechas con 54 perros, divididos en tres diferentes grupos. En todos ellos habían tres personas: el dueño, una persona neutral y un actor del estudio que interpretó diferentes papeles según el interés. En el primer grupo de canes, los animales prefirieron recibir alimento de un personaje neutral, antes que de una persona que se negaba a ayudar a su dueño a abrir la lata de comida. Sólo un perro recibió comida del "antagonista".


En el segundo grupo los perros podían decidir recibir comida de una persona que ayudaba a su amo y de un actor neutral y en un tercer grupo los animales fueron alimentados por personas que no tuvieron interacción con sus dueños.


Los perros tomaron comida indistintamente de los actores neutrales y de las personas que ayudaron a sus dueños pero en cambio sí evitaron a los que se negaron a ayudar.


El artículo se publicará el mes que viene en la revista Animal Behaviour pero ya se puede consultar en la versión online
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0003347215001979

¿Se habían percatado de esto en vuestros perros?. Konrad Lorenz nos contaba en su libro "Cuando el hombre encontró al perro" la relación que tuvo con sus perros. En una de las historias hablaba de como uno de ellos solo gruñía a una persona. Un vecino que no le caía bien a nadie de la familia y que siempre alargaba demasiado sus visitas. ¿Tenéis anécdotas similares con vuestros perros?



jueves, 2 de julio de 2015

Algunos mitos de perros

Este artículo va sobre todas esas creencias que se manifiestan en frases que oímos todos los días. Yo voy a poner algunas que, personalmente, me encuentro a menudo. Pero sin duda hay más.

Me gustan los perros pero no tengo jardín y para tenerlo mal no lo tengo.
No puedo tener perro porque vivo en un piso
Todas estas frases, para mi forman parte del mito del “perro al aire libre”. Parece como si los perros fueran claustrofóbicos. En si el permanecer en la calle no le proporciona ningún beneficio al perro. Como a todos los animales les gusta estar cuanto más cómodos mejor. Así que si pueden descansar dentro de casa, lo prefieren. Aunque eso es lo de menos, el perro como animal social prefiere estar con el resto de su grupo, que en el perro doméstico somos nosotros. Además los perros que están continuamente en un recinto cerrado, como un jardín, desarrollan más conductas territoriales, haciéndose más propensos a la agresividad y a desarrollar obsesiones. Este es, por ejemplo “El efecto valla” esos perros que se pasan el día recorriendo la valla, ladrando, gruñendo y haciendo movimientos repetitivos arriba y abajo del perímetro. Hay que tener en cuenta que el jardín, al ser un entorno conocido y estable no resulta estimulante, así que es lógico que pasen el tiempo pendientes o bien a las entradas y salidas de casa o a la valla. Además esto no se arregla teniendo dos perros. Es común ver que hay dos perros haciendo estas conductas tras una valla y cuando se excitan demasiado, por ejemplo, porque pasa otro perro acaben mordiéndose el uno al otro. Simplemente por una agresividad redirigida.

El perro necesita salir a la calle no estar en la calle. Necesita caminar y explorar viendo cosas diferentes y usando la nariz. Tener nuevos estímulos que un jardín y mucho menos una azotea no pueden proporcionar.
Para mi la frase que la gente debería decir en todo caso sería: “No puedo sacar a mi perro, así que para tenerlo mal, no lo tengo”
Ese perro es muy grande para un piso
El perro al aire libre segunda parte o la teoría del deambular. La talla de un perro no es ni mucho menos el factor más importante a la hora de elegir el adecuado. Una casa normal, tiene espacio más que suficiente para que cualquier perro tenga un par de lugares donde echarse, eso si no le permites echarse en sillones o camas. El perro no se dedica a dar vueltas por la casa si no tiene razones para ello. En realidad el perro cuando está dentro de casa solo necesita poder cambiar de vez en cuando de echadero, poder observarte y de vez en cuando interactuar contigo. Una vez más lo que necesita es un poco de atención y salir a la calle. Es posible que en perro pequeño, por ejemplo un yorkshire, o cualquier otro pequeño terrier sea peor elección para pasar mucho tiempo en casa que un gran danés o un san bernardo. Eso si no tenemos en cuenta el acumulo de pelos en el suelo, claro…
Mira que cara pone, el sabe que se portó mal
Esta es un clásico cuando le dices a alguien que el perro no sabe porqué le castigan tiempo después de que hayan hecho algo mal. El hecho es que, no  saben que se portaron mal, saben que tú te has enfadado.  Los perros tienen una capacidad increíble de interpretar nuestras conductas y estados de ánimo.  Un artículo (enlaces abajo) demostró que son capaces de distinguir las expresiones faciales de enfado y alegría, incluso enseñándoles sólo la mitad de la cara. Además de que la cara de enfado le resultaba aversiva  por lo que era más difícil enseñarles a elegirla. Así que cuando el perro baja la cabeza y te mira con “cara de arrepentimiento” solo está pidiéndote que le dejes de mirar y gritar de esa manera tan desagradable.
Más información sobre los artículos



jueves, 18 de junio de 2015

Ellos eligen ¿Pienso o comida natural?

He hecho un pequeño experimento. Qué no pretende ser científico. Quería comprobar por mera curiosidad si realmente a mi perro le gusta más la comida cruda, carne y pescado con algo de verduras guisadas o el pienso. Le he dado a elegir a mi perro entre dos cuencos. Uno con comida natural y otro con su ración de pienso. Ambas cosas se las come bien cuando se las ofrezco por separado, quería ver que es lo que el prefería.

El resultado en el video.



¿Quién se apunta a hacer el experimento?

viernes, 5 de junio de 2015

¿Qué es una estereotipia?

Las estereotipias son comportamientos carentes de función y usualmente repetitivos que lo animales realizan como consecuencia de una situación prolongada de falta de estimulación ambiental y/o estrés.

Es decir, un animal que no tiene sus necesidades comportamentales cubiertas realizará comportamientos extraños o anormales. Especialmente, cuando estos son repetitivos y obsesivos se suelen llamar estereotipias. Estos comportamientos son más usuales de lo que cabría esperar y aunque muchas veces se asocian a animales que viven en zoológicos también pueden aparecer en cualquier animal domestico, pero muchas veces pasan desapercibidos e incluso se interpretan como algo curioso o gracioso que hace la mascota. Grandes ejemplos de esto pueden ser el perro que se persigue la cola o el loro que cabecea. 
¿Sabíais que estos comportamientos no eran normales?

Muchos de estos comportamientos surgen porque el animal tiene fuertes motivaciones internas para realizar ciertas conductas que no son satisfechas. De este modo estas conductas estereotípicas o anormales son una vía de escape a la ansiedad que esto les supone.

En este video se pueden observar ejemplos, en este caso en caballos. Los caballos son animales que de modo natural pasan gran parte del día caminando y pastando ya que la dienta basada en la hierba necesita gran cantidad de volumen. Esto ocasiona que tengan un impulso natural a caminar y mascar. En la vida domestica los caballos usualmente están estabulados y comen pienso que se consume muy rápidamente, lo cual ocasiona estrés debido a esa motivación interna no satisfecha.


Si nos encontramos ante una estereotipia es importante no atacar al comportamiento anormal en sí. Si no tener presente que la estereotipia no es el problema sino la manifestación o la consecuencia de un problema. Más aun es el modo que tiene el animal de aliviar su problema. ¿Qué hacer entonces? Debemos buscar la causa, la necesidad no satisfecha o la causa del estres e intentar aportar nuevos estímulos o situaciones diferentes que permitan al perro realizar otras conductas en vez de la estereotipia.
Pero antes de  todo esto es importante saber reconocerlas. En este otro video dejamos algunos ejemplos en perros. ¿Conoces algún ejemplo de estereotipia o posible estereotipia ? ¡ Deja tu comentario!
https://www.youtube.com/watch?v=26ZXV579NhA

jueves, 21 de mayo de 2015

Enfrentarse a un conflicto: Los comportamientos de desplazamiento

Nuestros perros se enfrentan a conflictos cada día. Un conflicto es cualquier situación en la que existen dos motivaciones contrapuestas. Un comportamiento de desplazamiento es aquel que hace una animal ante un conflicto y que no tiene nada que ver con el conflicto en si. El ejemplo clásico es el de un ganso que quiere acercarse a una hembra pero se arriesga a recibir un picotazo así que... se acicala las plumas.

Estos conflictos aparecen muy a menudo en la vida del perro y los comportamientos de desplazamiento son un modo de gestionar sus emociones en esos momentos. Si el animal está continuamente en estas situaciones de conflicto, que resultan estresantes, pueden desencadenar estereotipias de las que hablaremos en el próximo post. No obstante, en este post quería hablar del poder de estos comportamientos para ayudar a gestionar la tensión ante un encuentro con otro perro. Estos comportamientos son los que tenemos que aprender a observar  en nuestros perros. Si aparecen en una situación que nosotros hemos provocado, sabremos que tenemos que dar tranquilidad o pasar a otra actividad relajadamente pero cuando aparecen durante el paseo, cuando nos cruzamos con otro perro debemos premiarlas, ya que les ayudan a reducir la tensión del encuentro y algunas pueden funcionar como señales comunicativas para el otro perro. Esto es especialmente importante si tenemos problemas cuando nos cruzamos con otro perro. Así que se puede considerar a este post como complementario al  del paseo social. Quería por ello compartir las útiles imágenes de Lily Chin. 

Comportamientos de desplazamiento: Imagen de Lily Chin



 Cuando damos tiempo a nuestro perro antes de un encuentro, alguno de estos comportamientos pueden aparecer, en ese momento lo ideal es felicitarle y llamarle para seguir adelante, evitando siempre tirones y tensión en la correa.

viernes, 8 de mayo de 2015

Señales de estrés en perros

¿Sabes cuando tu perro se está estresando?

Te damos una lista de comportamientos con los que tu perro te está diciendo que está en una situación tensa  de menor a mayor intensidad:

- Bostezo : Se suele ver cuando el perro se excita, por ejemplo por la anticipación de una salida a la calle
- Sacudirse: Para mi es como sacudirse los nervios, suele ocurrir cuando acaba la situación que le tensa.
- Rascarse: A las personas también nos entran a veces los picores con los nervios, ¿no?. A muchos perros se les nota al despertarse. En este momento hay un pico de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. A esto a veces se suma la impaciencia y la anticipación por que el dueño se levante y le saque.
-  Lamerse la nariz: El perro se relame la nariz y aveces hace un sonido característico al abrir y cerrar la boca con la salivación. Esto lo vemos a menudo en el veterinario. Es una señal de estrés más intensa.
- Temblores y meter la cola entre las patas: En estas pautas ya estamos pasando a un nivel superior llegando al miedo y puede surgir por fobias y no sólo por situaciones tensas. Aunque el miedo es un tipo de estrés.
- Almohadillas húmedas: Es una de las señales más fuertes de estrés, si al tocar las patas de tu perro estas están húmedas o deja huellas sin habérselas mojado está entrando en "pánico". Seguramente se siente atrapado por una situación de muy alta intensidad emocional.

Tener estas señales en cuenta nos puede servir para ayudar a nuestro perro a gestionar sus emociones, a no alimentar su excitación y a no permitir que lleguen a un estado peligroso.

viernes, 1 de mayo de 2015

El paseo Social

En el artículo anterior hablé del paseo agradable. Si ya es un desafío lograr un paseo sin tirones y tranquilo, el lograr pasear sin que tu perro reaccione mal o en exceso al cruzarse con otros perros ya es para muchos misión imposible.

Es muy habitual que cuando paseamos por la calle los dueños literalmente huyan de los otros dueños con perros que se cruzan. A los propietarios que tenemos perros grandes nos pasa a menudo. El otro día una señora con su westy llegó a echarse a caminar por una carretera muy transitada y sin arcén para  alejarse de mi y mi perro. ¿Realmente era tan peligroso ese encuentro?


El encuentro que la señora intentaba evitar, es normalmente  desagradable,  probablemente el perro ladra, tira de la correa y amenaza o parece amenazar al otro perro.  Pero, ¿por qué pasa esto?
Puede haber  múltiples razones, es posible que el perro tuviera una mala socialización temprana o que sencillamente nunca se haya acostumbrado a estar con otros perros. Si ambos perros son del mismo sexo, más si son machos y no están castrados, también es común que surja la competitividad. Pero el hecho de que sistemáticamente nosotros huyamos de los otros perros que se nos acercan, desde luego que no ayuda. Lo que estamos transmitiendo es que o hay peligro, si somos quienes nos alejamos, o que he logrado espantarlo si el perro es el que amenaza. De ahí el típico perro pequeño que se cree un león. Cuando los perros no son pequeños la cosa puede empeorar con collares de púas o de castigo. El perro ve a otro perro se tensa y le tiran de la correa, entonces el perro siente dolor y en ese momento sensible en que está atento al otro perro lo asocia con esa sensación desagradable con lo que potenciamos la agresividad.
Antes de que todas estas cosas se conviertan en problema ¿qué podemos hacer?

Pauta "arco de juego" (perro de la derecha)
Los perros son animales sociales y tienen infinidad de señales comunicativas para evitar los conflictos entre congéneres, ya que el encontrarse con un individuo desconocido siempre es un momento de tensión.  Por tanto HAY QUE DARLES TIEMPO PARA COMUNICARSE. Esto es, caminar lentamente o incluso pararnos, observar el lenguaje de nuestro perro. Probablemente se tense, cierre la boca y puede que levante el rabo si es un perro algo dominante, o puede que se agache y mueva el rabo manteniéndolo bajo si es más sumiso. Sea cual sea su actitud también pueden gemir, lo que indica ansiedad. Si nuestro perro gira la cabeza, en lugar de mirar fijamente, le felicitaremos, ya que es una señal de paz para el otro perro. Si intenta dar un rodeo también lo felicitaremos y le dejamos hacerlo, también es una “cortesía” dar espacio al desconocido.  Si con estas acciones logramos pasar de largo, podemos estar contentos. Tenemos un perro educado que sabe como comportarse con otros perros.  Si es más sociable al acercarse intentará olerle y hará el conocido como “arco de juego” esa postura con las patas delanteras extendidas y el trasero levantado. Qué por supuesto también es una buena señal. Hay que tener en cuenta que el que nuestro perro sea sociable, no implica que tenga buenas habilidades sociales. Muchos perros, en especial los cachorros y algunas razas como los labradores, se acercan directamente a otros perros, invaden su espacio e intentan jugar directamente. Para que nos entendamos, en lenguaje humano, esta no sería una conducta educada y muchos perros pueden reaccionar mal. Si el otro perro gruñe (o es el nuestro el que lo hace) solo le está indicando que no se está comportando adecuadamente por lo que puede haber un castigo. Ante esto el otro perro es el que debería apartarse. Esto hay que tenerlo en cuenta y ayudar a nuestro perro a comportarse adecuadamente.

¿Cómo podemos ayudar?

  •  Dando tiempo
  •  Dando espacio (a veces es útil colocarnos entre los dos perros)
  • Premiando conductas adecuadas
  • Entendiendo cuando nuestro perro no quiere interactuar y alejándonos
  • Premiando buenas conductas
  • Aprendiendo a evitar las malas (enseñarle algunos comandos como el “mira” es muy útil)
  • Dejando que nuestro perro conozca muchos perros en su vida, sobretodo mientras sea cachorro.
Si encuentras mucha complicación para llevar esto a cabo siempre es recomendable la ayuda de un profesional. Consulta nuestra área Formación si te interesa el seminario de Paseo.


viernes, 24 de abril de 2015

Un paseo agradable

Para muchos dueños el paseo diario es todo un suplicio. Su perro le tira y se muestra incontrolable cuando hay otros perros. Otras personas piensan que su perro ha de ir desfilando, cual militar, a su lado, sin desviar la mirada ni bajar la cabeza para olfatear.

Ambas cosas son una pena. El paseo debe ser ante todo agradable, tanto para el perro como para el dueño. Si el perro está en su momento de esparcimiento debe poder bajar la cabeza y olfatear, ya que para él esa es una fuente de información del mundo mucho mayor que la vista. No dejarle bajar la cabeza es como si a nosotros nos obligaran a pasear con orejeras. Hablo del paseo recreativo, por supuesto, es posible que queramos enseñar a nuestro perro a caminar a buen paso y sin entretenerse por hacer ejercicio o porque tenemos prisa en un momento dado. Pero este no puede ser el único tipo de paseo que se le permita al perro.

Por otro lado, el perro que tira constantemente tampoco está disfrutando del paseo. Caminar es una actividad relajante para el perro y ayuda a que el animal descanse mejor y se comporte mejor en casa. Pero un perro que tira durante todo el trayecto no está relajado, sino que por el contrario está acumulando ansiedad. Por otro lado, tampoco resulta agradabe para el dueño y cada vez tendremos menos ganas de salir a la calle.

Entonces… ¿Qué hacer?

La técnica básica para evitar que el perro tire, es sencilla pero requiere de bastante paciencia.
Lo primero que debemos tener son los utensilios adecuados. Un arnés o una correa fija son suficientes. Por otro lado la correa debe ser agradable al tacto (evitar la de cadena) y de unos dos metros de largo. Las correas cortas incitan a tirar y los collares estranguladores traen muchos perjuicios además de mostrarse poco efectivos.

Una vez bien equipados es hora de ejercitar la paciencia. Lo que debemos hacer es detenernos cada vez que la correa se tense y esperar relajadamente (reducimos un poco la tensión de la correa) a que el perro se de cuenta de que debe volver a nuestro lado para continuar la marcha. Poco a poco, vamos incluyendo algunos trucos como hacerle una señal auditiva cuando está a punto de agotar el largo de la correa y empezar a tirar. De este modo el perro aprenderá a no llegar al tirón, porque así evita que paremos la marcha y la diversión. 

En próximas entradas comentaremos algunas técnicas y detalles del comportamiento del perro a tener en cuenta cuando nos vamos a cruzar con otro perro. Si quieres aprender a disfrutar del paseo, próximamente tendremos un seminario práctico de socialización y paseo.


jueves, 16 de abril de 2015

¿Pienso o/y Comida Natural?

Desde hace muchos años se nos dice que el perro solamente va a estar bien alimentado si come pienso. Esto llega a tal punto que muchos dueños se sienten culpables si se salen un poco de la dieta estricta. ¿Está este sentimiento justificado?
Lo cierto, es que  las necesidades nutricionales de los perros no son las mismas que las del ser humano. Los seres humanos somos omnívoros mientras que los perros son carnívoros.  Aunque sea  la especie animal que lleva más tiempo ligada a nosotros (se calcula que unos 14.000 años) y muchas cosas han cambiado en los perros en ese tiempo, su sistema digestivo sigue siendo el típico de un carnívoro.  Por ejemplo, su estómago tiene un pH mucho más ácido que el nuestro, por eso es capaz de disolver un hueso o matar bacterias potencialmente nocivas. Sin embargo, su intestino es mucho más corto que el de un herbívoro y también que el de un omnívoro. No se conocen requerimientos mínimos de hidratos de carbono para los perros y no tienen amilasas en la saliva (enzimas que degradan el almidón en herbívoros u omnívoros).
Estas necesidades propias del carnívoro son las que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir la alimentación de nuestro perro.
Si te decantas por el pienso, ya que es una alternativa muy cómoda y sencilla.  Es importante elegir uno que cubra sus necesidades del mejor modo posible. Un truco sencillo es ver la lista de ingredientes. Por ley estos están ordenados por abundancia así que si entre los 5 primeros ingredientes al menos 3 son cárnicos es una buena señal. Otro truco es ver la cantidad recomendada según peso. Como referencia podemos tomar la de un perro de 30 kg. Si la cantidad  diaria recomendada es superior a 400g es que el valor nutricional de ese pienso es muy bajo. Hay que tener en cuenta que un pienso de más calidad es más caro pero que normalmente vamos a tener que dar menos cantidad y al final nos dura más y como dice el anuncio “cunde más de lo que cuesta”.  Y no sólo porque nos dure más sino también por lo que ahorramos en veterinario. 
No obstante, el pienso no es la única alternativa que existe. Si queremos saber que es exactamente lo que está comiendo nuestro perro, para mi es recomendable la dieta natural. Nos tendremos que preocupar de comprar una mayor variedad de productos y gastaremos algo de tiempo para dejarla preparada pero es garantía de salud y una gran fuente de satisfacción para  el perro. ¿Si existiera un pienso para humanos que fuera nutricionalmente perfecto, sólo comerías eso?
Pero, ¿En que consiste una dieta natural para un perro?. Pues una dieta natural básica consiste en productos animales crudos, y un pequeño aporte de vegetales. Como referencia se puede decir que un 60% debe consistir en huesos carnosos (por ejemplo carcasas de pollo), un 20% en carne, pescado y vísceras y el otro 20% es material vegetal.  Es importante que los huesos estén recubiertos de carne y NO cocinarlos nunca. Al cocinarlos es cuando los huesos pueden volverse quebradizos y peligrosos para los peros. También hay que asegurarse de que nuestro perro mastica, para ello podemos sostenerlo en la mano mientras lo come las primeras veces. El procedimiento básico para preparar la comida natural consiste en congelar la carne y pescado al menos 24 horas, esto se hace como medida sanitaria preventiva, e ir sacando raciones día a día del congelador. Para todos los que se animen, este enlace es muy práctico.

Para empezar con la dieta natural mantenemos una toma diaria de pienso  y la otra será de dieta natural.  En cada toma se da la mitad de la cantidad necesaria al día de cada tipo de alimentación. Las tomas de los diferentes tipos de alimentación se hacen por separado para dejar que el pienso, que se digiere más lentamente, sea absorbido. Conviene esperar unas 12 horas desde que come el pienso y se le da la comida natural.  Si no queremos perder la comodidad de poder darle pienso en un momento de necesidad o tener que preocuparnos por tener el congelador bien provisto, podemos seguir con esta dieta mixta el tiempo que queramos.
Si vives en Tenerife, también ofrezco el servicio de “dog-catering”. En lugar de comprar el pienso compras las raciones de comida casera preparada que puedes recoger con la frecuencia acordada.

jueves, 2 de abril de 2015

El entrenamiento veterinario

Este concepto está bastante extendido en los centros zoológicos.  Allí los animales no solo son entrenados para realizar shows si no también con el fin de que en caso de necesidad y para las revisiones veterinarias sea posible su manipulación con la máxima seguridad para el personal  y el mínimo estrés para los animales.
¿Por qué no hacemos nosotros lo mismo con nuestros animales?
En gran medida no es necesario que sea un entrenamiento formal. Si no más bien un conjunto de medidas que pueden hacer que el animal esté acostumbrado a la manipulación. De este modo disminuiremos el estrés y nos ahorraremos muchos problemas cuando nos vemos en la necesidad de ir al veterinario y en caso de accidente o enfermedad.


Si tienes un cachorro es muy importante acostumbrarlo a la manipulación. Mientras juegas con él, siempre en momentos de relax, acostumbra a tocarle en todas las partes del cuerpo, en especial las orejas, patas, entre las almohadillas, el vientre e incluso órganos sexuales.  Intercala estas manipulaciones con otras caricias o dale un juguete o algo rico de comer mientras le tocas. Si empiezas cuando es un cachorro será muy sencillo. También es útil cogerlo en brazos y ponerlos sobre una mesa de vez en cuando.  Puedes cubrir antes la mesa para que no la identifique como una superficie más a la que está permitido subir.  Los perros grandes pueden pasar mucho tiempo sin que nadie los coja o levante en brazos así que cuando les ocurre en el veterinario, con el estrés que suele conllevar ese entorno extraño  y lleno de olores de otros perros que también están estresados se convierte en una experiencia desagradable, a veces, aterradora que quieren evitar a toda costa.  En cambio si el perro está acostumbrado a que le levanten y suban a la mesa a menudo, por ejemplo para peinarlo (si es que esto le gusta), para acariciarlo y darle premios, en el veterinario al menos no tendrá miedo a la manipulación. Igual te ocurrirá con las gotas en los ojos y las orejas o cortar las uñas. Todo será muy sencillo si tu perro está acostumbrado a la manipulación.

Además de hacer esto,  si tu perro ha recibido entrenamiento o estás pensando en entrenarlo es muy útil que hagan el sentado y el echado sobre la mesa y una vez dominen esto añadir el “hacerse el muerto” o como yo digo “de ladito”. Es posible que luego en el veterinario no lo quiera hacer pero, inténtalo. Siempre será una situación menos difícil para ambos y después de varias visitas cada vez le resultará más sencillo, porque las visitas serán menos traumáticas. Ya sabrá que se espera de él. En este sentido y  para lograr que el veterinario no sea para tu perro “la cueva del mal”. También es muy útil que lo visites a menudo, sólo de visita. Entras, le das un premio y te vas. Quizás puedes aprovechar y pesarlo.  Si tienes confianza con el veterinario pídele que le entre en la consulta o al menos le acaricie y le de una golosina. ¿Sabías que hay perros que tiran de la correa para entrar en el veterinario?

jueves, 26 de marzo de 2015

Las necesidades del perro

Este puede que sea el tema más importante a tratar en este blog.

Hay muchas razones para preocuparse por lo que necesita tu perro.  Por un lado, es importante saber que la gran mayoría de problemas que puede darte un perro  (problemas reales,  no me refiero a molestias) se deben a que alguna de sus necesidades no está cubierta. Recuerda: ¡Un perro feliz es mucho mejor compañero!

Pero por otro lado, la verdad es que el perro no puede procurarse lo que necesita el solo y tú elegiste ser la persona responsable de hacerlo. Esto es lo primero que hay que pensar antes de tener un perro. Lo segundo es ¿Qué es lo que eso implica? ¿Qué va a necesitar mi perro?

Lo más importante que tienes que saber de tu perro  es que es un animal social, para más señas un carnívoro. Y una vez más: ¿Qué implica esto? Pues para empezar que necesitará aprender muchas cosas del mundo y estar acompañado en el proceso. Primero por su madre y hermanos pero después te toca a ti.

El perro necesita una alimentación adecuada (trataremos el tema en otro post) y dormir unas 15 o 16 horas al día, más si son cachorros (sí, los carnívoros duermen un montón). Pero también y no menos importante necesita compañía, actividad física y estimulación ambiental. Esto implica que pases tiempo con él, pasear, estar en entornos diferentes, usar mucho la nariz y relacionarse con más humanos y perros.  Y si te lo estás preguntando: No, no consigue todo esto en el jardín de tu casa. Es muy importante que el perro salga a la calle a diario, no importa lo grande que sea tu jardín, porque todos los días es el mismo jardín, ¡Tu perro ya lo conoce!

Es recomendable, al menos, tres salidas al día para hacer sus necesidades, media hora de ejercicio más intenso y pasar contigo el mayor tiempo que sea posible. Es importante que el perro se sienta seguro a tu lado. Para que esto ocurra es muy bueno seguir ciertas rutinas, de modo que tu perro sepa qué esperar de ti.

Hacer todo esto implica bastante tiempo, es una responsabilidad y te cambia la vida. Pero la buena noticia es que cuando le das al perro lo que necesita tienes un compañero inmejorable. Hacer todo esto es lo que hace que sepas qué significa de verdad tener un perro, que le conozcas,  quieras y disfrutes de verdad. Porque… ¿Para qué ibas a querer tener un perro si no vas a compartir nada con él?