domingo, 8 de mayo de 2016

Mudanza con perros

Las mudanzas, como sabe cualquier persona que las haya vivido, son algo bastante estresante para los seres humanos. Normalmente estamos, cansados, preocupados por una infinidad de cuestiones y por lo tanto un poco irritables. Aunque, en ocasiones, las mudanzas pueden ser una razón para sentirse ilusionados o felices. Dependerá de la persona y la situación. Pues bien, para un perro, aunque también dependa del individuo, puede ser si cabe aun más estresante. Las razones son varias:

Como hemos comentado, para nosotros, aunque la mudanza sea estresante puede tener un punto positivo, dependiendo de las razones por las que la estemos haciendo. En cualquier caso, podemos racionalizar las razones por las que nos mudamos, es decir, sabemos que está ocurriendo y por qué.  El perro sólo sabe que todo está cambiando, su rutina cambia, el entorno cambia, hay un montón de trastos por todos lados y la gente se comporta de modo diferente. Puede que el perro ya haya vivido una mudanza, y hasta cierto punto prevé lo que ocurre pero si ya lo vivió anteriormente como algo estresante será esa la emoción que reviva.

Para los perros es importante la rutina, la regularidad y predictividad de las actividades diarias, ya que se pasan la vida interpretándonos y sacan información de todo cuanto hacemos. Las conclusiones que saquen de todo lo que ocurre durante la mudanza, solo ellos lo saben, pero podemos imaginar que genera cierta inseguridad. Es posible además, que lo que perciban de nosotros si nos sentimos irritables y estresados les de "pistas negativas". Nuestras reacciones pueden ser más bruscas, podemos prestarle menos atención e incluso nuestro olor cambiará con el estrés, ¡No olvidemos la capacidad canina de detectar las hormonas y feromonas!

Una vez que nos mudemos se enfrentará a nuevos desafíos. ¿Donde estoy? ¿Quién vive en el barrio?. El perro es un animal social, que aunque en las ciudades puedan vivir bastante aislados de sus congéneres siguen conociendo a los vecinos y necesitando de cierto ritual al encontrarse a otros perros. Tienen, si no un territorio, sí un área de campeo, una zona por donde caminan habitualmente, un área conocida. Algunos perros también tienen más sentido de la territorialidad que otros, es decir, tendencia a defender una parte de esa zona. Todo esto cambiará para el perro.

Una vez enumerados los problemas o incomodidades que supone la mudanza para el perro vamos a dar las soluciones:

- Intentar, en la medida de lo posible, no alterar más de lo necesario las rutinas del perro. Aunque cambie el entorno, que al menos sus comidas y paseos sigan siendo a la misma hora.
- Dale una ayuda química: Zylkene es un complemento nutricional que ayuda en la adaptación a los cambios, conviene empezar a darlo unos días antes de empezar a empacar cosas en casa. Las cápsulas se pueden abrir y mezclar el contenido con la comida. También es recomendable poner un difusor de hormona de apaciguamiento canino Adaptil en la nueva casa para que cuando el perro entre encuentre un ambiente agradable y relajante.  Enchufa el difusor en la casa el día antes y mantén la casa cerrada hasta la llegada del perro.
- Llegar dando un paseo: Cuando vayas a llevarle por primera vez a la nueva casa llega dando un paseo, aparca algo lejos y pasea dejándole olisquear la zona. Si tu perro está acostumbrado a caminar por ciudad date una buena caminata con él que termine entrando en la casa.
- Todo listo para tu llegada: Cuando el perro llegue a la casa debe encontrarse objetos conocidos, debe tener preparada su cama y su lugar del agua y la comida. Sería bueno que lo primero que viera el perro al abrir la puerta fuera un juguete conocido y a ser posible un lugar tranquilo donde echarse.


Si estás a punto de mudarte, espero que estos consejos te sean de utilidad y ante todo mucho ánimo.

¡Felíz mudanza!




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